Lorena Gallardo – CTO y fundadora de ReciVeci
Innovación digital en la trazabilidad de plásticos
La innovación en el sector de residuos sólidos —particularmente en el de plásticos—, es, hoy por hoy, fundamental para combatir las principales problemáticas asociadas al sector. Existe investigación y desarrollo de alternativas, como el plástico biodegradable, compostable, reciclado, inteligente y de origen renovable. Asimismo, existe innovación en tecnologías de fabricación avanzadas, como la impresión 3D y la nanotecnología, que impactan directamente en el desarrollo de nuevos materiales y en la forma que se utilizan (Tortajada, M. y Mollá, E, 2020).
Además de contar con nuevas tecnologías relacionadas a los tipos de plásticos disponibles, también hay una creciente demanda de datos e información relacionados a la cadena de gestión de residuos, desde su generación hasta su disposición final y/o aprovechamiento.
Aquí podemos señalar el concepto de ‘trazabilidad’, que se refiere a la capacidad de rastrear y conocer el movimiento de un producto a lo largo de su cadena de suministro, desde el origen hasta su destino final. Es posible contar con trazabilidad a través del uso de técnicas de identificación, herramientas digitales que permiten el registro, seguimiento y control de la información relevante en cada etapa del proceso (Gallagher y Mirabella, 2016).
La trazabilidad de los plásticos es fundamental por varios motivos. Primero, permite tener una gestión sostenible de los residuos, ya que identifica el origen, la composición de los mismos y su destino final. Esto es potencialmente útil para evitar la contaminación y promover el reciclaje y/o reutilización de materiales.
A través de la trazabilidad, incluso se puede determinar si los productos plásticos contienen sustancias peligrosas y retirarlos del mercado. La trazabilidad garantiza la correcta aplicación de las políticas públicas, gracias a la transparencia en los datos. En varios países del mundo, la tendencia regulatoria incluye la responsabilidad de varios actores de la cadena de producción de bienes, más allá del punto de venta, bajo el principio de Responsabilidad Extendida del Productor (REP). Esto significa que fabricantes, importadores, distribuidores y otros actores de la cadena de suministros, deben asumir la responsabilidad de la gestión adecuada de los residuos generados por sus productos al final de su vida útil.
La REP fomenta que los productores tomen mejores decisiones en el diseño del producto, especialmente en empaques y envases, para que sean fáciles de recuperar y reciclar o desechar de forma segura. Además, garantiza que los programas de reciclaje y recuperación de residuos generados por sus productos sean gestionados de forma responsable y sostenible, ya que los productores deben participar y financiar estos sistemas.
En Ecuador, por ejemplo, se aprobó la Ley Orgánica de Economía Circular Inclusiva en el 2020 donde se aplica principalmente el principio REP. Por tanto, la trazabilidad de los residuos, especialmente del flujo de plásticos de envases y empaques es indispensable para que los productores demuestren el cumplimiento de la regulación y que las autoridades verifiquen si los productos plásticos son producidos de manera responsable y si se eliminan adecuadamente, lo cual aumenta la transparencia y responsabilidad en la cadena de suministro.
La innovación digital ha revolucionado, sin duda, la manera en que se lleva a cabo la gestión de los residuos sólidos, especialmente los plásticos. Existen varias herramientas que se utilizan; las más destacadas son los sensores, que permiten capturar información en tiempo real sobre la ubicación y el estado de los productos a lo largo de la cadena de suministro.
La inteligencia artificial, por ejemplo, sirve, entre otras cosas, para el reconocimiento de residuos reciclables, como plásticos y para sensibilizar a la comunidad acerca de los residuos que son y no son reciclables, reutilizables o son desechos no aprovechables. Asimismo, la tecnología blockchain ofrece una solución segura y descentralizada para almacenar y compartir información sobre la composición, origen y destino de los plásticos.
Por otro lado, el internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés) permite la integración y la interconexión de dispositivos y sistemas de software, lo que facilita el monitoreo del camino de los productos plásticos. Es importante mencionar que parte de la innovación incluye utilizar herramientas adaptadas a los contextos específicos, donde se aplican para que sean efectivamente utilizadas y aplicadas. En ese sentido, la startup ecuatoriana “ReciVeci” ha desarrollado herramientas de innovación social y ambiental, que aportan en la trazabilidad de residuos.
Esta aplicación móvil, líder en la región, conecta a la ciudadanía con recicladores/as de base y constituye el primer eslabón en un sistema de trazabilidad, para conocer los hábitos de entrega de material reciclable a recicladores; también cuenta con información georreferenciada en tiempo real.
ReciApp además se conecta con Recircular, la primera plataforma de trazabilidad de residuos reciclables del Ecuador, que cuenta con módulos web, aplicaciones para cada actor de la cadena de custodia de residuos reciclables y un sistema basado en el uso de códigos QR. Los planes de crecimiento de estas herramientas incluyen la integración de sistemas inteligentes con sensores, inteligencia artificial para reconocimiento de materiales y validación de información; así como la incorporación de tecnología blockchain para almacenar, de forma segura y descentralizada, la información.
La implementación de innovación tecnológica para la trazabilidad, en el sector de plásticos, es un desafío importante debido a la complejidad de la cadena de suministros y la falta de estándares y sistemas de seguimiento. Sobre todo, en varios países del sur global, hay una brecha de acceso a datos e información; no siempre cuentan con acceso a tecnología e internet y deben emplearse herramientas más sencillas, que contemplen estas limitantes.
También existe un sector informal y vulnerable de recicladores/as de base, que son el pilar fundamental en la gestión de residuos reciclables y deben formar parte de los sistemas de trazabilidad.
A pesar de esto, sí hay avances en la implementación de trazabilidad en la industria plástica. Varios gobiernos y organizaciones han establecido regulaciones y estándares de trazabilidad para los plásticos; es el caso de la Directiva de Residuos de la Unión Europea, que exige la trazabilidad de los residuos plásticos y establece objetivos de reciclaje para los Estados miembros (European Parliament and Council, 2008).
En conclusión, la trazabilidad de los plásticos se ha convertido en un tema crucial en la actualidad, ya que permite a los consumidores, productores y gobiernos conocer el origen, composición y destino de los productos plásticos a lo largo de la cadena de suministro. La innovación tecnológica ha brindado soluciones efectivas para mejorar la trazabilidad de los plásticos, tales como el uso de sensores, la tecnología blockchain y el Internet de las cosas.
Además, el desarrollo de herramientas adaptadas a contextos específicos demuestra la importancia de la colaboración y el trabajo conjunto entre diferentes actores para abordar el problema de los residuos plásticos. Es necesario continuar promoviendo la implementación de soluciones tecnológicas y la aplicación de políticas públicas que fomenten la prevención, reutilización y reciclaje de los residuos plásticos, con el fin de avanzar hacia una economía circular más sostenible y responsable.
Bibliografía:
European Parliament and Council. (2008). Directive 2008/98/EC of the European Parliament and of the Council of 19 November 2008 on waste and repealing certain Directives. Official Journal of the European Union, L 312/3.
Gallagher, K. P., & Mirabella, N. R. (2016). From waste management to materials management: The role of full-scale environmental management systems. Journal of Cleaner Production, 112, 1376-1385.
Tortajada, M., & Mollá, E. (2020). Eco-innovation trends in plastic packaging: A systematic review. Journal of Cleaner Production, 275, 122946. https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2020.122946